Una guía para las fracturas por estrés en corredores


Las fracturas por estrés son muy comunes en los corredores, debido a la naturaleza repetitiva del ejercicio y el estrés constante en el cuerpo. Las fracturas por estrés en los corredores ocurren prácticamente en cualquier parte de la parte inferior del cuerpo. En la clínica, los veo a menudo en áreas como:

Las fracturas por estrés más comunes en los corredores ocurren en los pies, la parte inferior de las piernas y las caderas.

Entonces, ¿cómo sabes si tienes una fractura por estrés? Hay una serie de síntomas diferentes de una fractura por estrés, que incluyen:

  • Un dolor intenso y quemante que empeora al correr o hacer ejercicio;

  • Un dolor que cede cuando dejas de correr;

  • moretones;

  • Hinchazón;

  • Dolor y sensibilidad en el punto de fractura.

Es imposible diagnosticar una fractura por estrés sin una radiografía o una resonancia magnética. Si le preocupa que pueda tener una fractura por estrés, es importante que consulte a un médico lo antes posible. Una fractura por estrés no tratada a menudo puede empeorar con el tiempo, especialmente si continúa corriendo.

Una de las principales razones por las que veo fracturas por estrés en mi clínica es porque los huesos no son lo suficientemente fuertes o densos, lo que significa que no pueden soportar el estrés de correr o hacer ejercicio. La densidad ósea puede verse afectada por una serie de factores, que incluyen pre- condiciones existentes, tabaquismo, obesidad y género.

También veo a muchos pacientes con una densidad ósea relativamente normal, pero que aún experimentan fracturas por estrés al correr. Una razón común para las fracturas por estrés, en este caso, es no darle al esqueleto suficiente tiempo para adaptarse a un mayor kilometraje semanal. Esto es particularmente cierto para los corredores que recorren más de 60 millas a la semana, ya que esto ejerce una gran presión sobre los huesos que soportan peso en la parte inferior del cuerpo.

Aunque correr es una gran actividad para fortalecer el esqueleto, hay un límite. Si corre a más de 40 millas a la semana, corre el riesgo de someter los huesos de la parte inferior del cuerpo a una cantidad peligrosa de estrés.

Ignorar otras condiciones dolorosas, como calambres en las piernas, también puede provocar una fractura por estrés más adelante, lo que significa que es importante escuchar siempre a su cuerpo.

Cualquiera que sea el tipo de distancia que corras, es vital complementar esto con otros tipos de ejercicio. La investigación muestra que el trabajo de fortalecimiento es una forma realmente efectiva de aumentar la densidad ósea.

Muchos corredores tienen un poco de miedo al entrenamiento de fuerza: creen que les dará músculos enormes, lo que los ralentizará. ¡Esto es un mito! Con el entrenamiento de fuerza, aumentará ligeramente el tono muscular; esto permitirá que estos músculos absorban parte del impacto y eliminen la presión de los huesos.

Investigación publicada en el Revista de medicina deportiva sugiere que los corredores de resistencia que incorporan el entrenamiento de fuerza en sus regímenes de ejercicio pueden mejorar significativamente su rendimiento al correr.