Un nuevo estudio revela sesgos de género en la investigación deportiva. Es otro obstáculo más para progresar en el deporte femenino.

A lo largo de la historia, el deporte ha sido culpable de priorizar a determinados colectivos en detrimento de otros. Ha habido una idea generalizada de que ser un atleta requiere la demostración de rasgos tradicionalmente masculinos. Cualquier individuo que no lo hiciera era, y a menudo sigue siendo, susceptible de ser acosado, marginado o condenado al ostracismo.

De hecho, históricamente la feminidad ha sido considerada no atlética. La investigación encuentra que algunos atletas describen una percepción de que ser una “mujer” y un “atleta” son identidades casi opuestas.

Por estas razones y más, el deporte femenino se ha visto frenado de una manera que no ha ocurrido con el deporte masculino. Si bien ahora se están logrando progresos, nuestra nueva investigación, publicada esta semana, encuentra que persisten grandes brechas de género en la investigación deportiva.

Descubrimos que los estudios de investigación de psicología deportiva, que informan las estrategias que usan los atletas para alcanzar el máximo rendimiento, han utilizado predominantemente participantes masculinos.

Por ejemplo, en la investigación de psicología del deporte que analizamos entre 2010 y 2020, el 62 % de los participantes eran hombres y niños. Además, alrededor del 22% de los estudios de psicología del deporte que examinamos tenían muestras con solo participantes masculinos. En contraste, este número fue solo del 7% para mujeres y niñas.

Las mujeres pueden experimentar el deporte y el ejercicio de manera diferente a los hombres. Al igual que en otras áreas de la medicina, una base de evidencia que esté predominantemente informada por las experiencias y los cuerpos de los hombres conducirá a resultados y recomendaciones insuficientes e ineficaces para las mujeres.

Se han hecho algunos avances

El progreso en el deporte femenino es evidente y continúa cada año. Las brechas de género en el deporte recreativo y profesional se están reduciendo lentamente.

La participación de las niñas en el deporte continúa creciendo, con un aumento del 262 % en el número de participantes en deportes de secundaria en los Estados Unidos entre 1973 y 2018. En Australia, la participación en el deporte entre mujeres y niñas entre 2015 y 2019 creció a un ritmo más rápido que entre hombres y niños.

También se han producido oportunidades y exposición mejoradas en entornos profesionales, y el interés público ha aumentado significativamente. Por ejemplo, la Copa Mundial Femenina de Cricket de 2020 vio caer los récords de asistencia, con la final jugada en el MCG frente a 86,174 fanáticos.

Muchos deportes ahora ingresan a una nueva y compleja era de profesionalización, como estamos viendo en AFLW.

A pesar de las tendencias positivas, persisten problemas críticos.

Sesgo de género en la investigación

Cualquier crecimiento en el deporte femenino debe estar respaldado por la base de evidencia subyacente que lo informa.

Como investigadores de salud mental en el campo del deporte de élite, nuestro objetivo es generar impactos en el mundo real a través de una investigación aplicada rigurosa. Nuestro equipo ha explorado previamente las experiencias de salud mental de género entre los atletas de élite, encontrando que las mujeres reportan síntomas más significativos de mala salud mental y eventos negativos más frecuentes como discriminación o dificultades financieras.

Una investigación como esta es fundamental para informar los servicios y sistemas que respaldan el máximo rendimiento. Pero la investigación tiene que representar su objetivo, o de lo contrario el progreso será limitado.

Ahora se entiende bien que el campo de la investigación médica y científica está plagado de ejemplos de las formas en que la participación desigual por género ha causado efectos negativos para la salud. Dado que las experiencias y los cuerpos de los hombres se consideran la norma, ha sido frecuente la comprensión imprecisa de las causas, las herramientas y los tratamientos.

La investigación médica y científica en el deporte no está exenta.

Nuestros hallazgos

A medida que los deportes se vuelven cada vez más competitivos y presionados, la psicología del deporte es fundamental para apoyar a los atletas en estos entornos de alto estrés.

A raíz de las preocupaciones sobre el sesgo de género en la investigación científica, queríamos comprender si el campo de la psicología del deporte y el ejercicio era adecuadamente representativo.

Registramos el género de los participantes del estudio en investigaciones publicadas en revistas clave de psicología del deporte y el ejercicio en 2010, 2015 y 2020, para estimar el equilibrio de género durante la última década. Esto incluyó estudios sobre temas como: salud física y mental, personalidad y motivación, entrenamiento y desarrollo de atletas, liderazgo y habilidades mentales.

En más de 600 estudios y casi 260 000 participantes, hubo niveles significativos de desequilibrio de género.

Este desequilibrio varió, dependiendo del área investigada. Mientras que la investigación de la psicología del deporte se centra en el rendimiento y los atletas, la psicología del ejercicio se centra más en las áreas de salud y participación. Nuestros hallazgos mostraron que la probabilidad de incluir participantes masculinos en lugar de femeninos en los estudios de psicología del deporte era casi cuatro veces mayor que para la psicología del ejercicio.

También identificamos que aquellos estudios que exploraron específicamente temas relacionados con el desempeño (como entrenamiento, habilidades mentales o toma de decisiones) presentaban muestras con menos mujeres y niñas, en comparación con los que se centraban en temas como salud, bienestar o activismo.

Qué significan nuestros hallazgos

Nuestros hallazgos, junto con los de otros, insinúan una serie de conclusiones preocupantes.

Es probable que las mujeres y las niñas en el deporte sean instruidas en estrategias y enfoques informados por investigaciones que no las representan suficientemente.

Entre muchos factores, temas como los métodos de entrenamiento, el manejo de lesiones y la psicología del rendimiento son fundamentales para el rendimiento deportivo. Para algunos o todos estos, las experiencias de las mujeres atletas pueden diferir de las de los hombres.

Los cambios en la política han marcado una diferencia significativa en la equidad de género en el deporte. Pero los investigadores y los organismos de financiación deben hacer lo mismo, asegurándose de desarrollar la comprensión y los métodos para representar adecuadamente a todos los grupos a los que buscamos servir. Solo entonces el deporte femenino podrá florecer de verdad.

Este artículo se vuelve a publicar de The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.