¿Todos los desgarros de isquiotibiales proximales requieren cirugía?


Los isquiotibiales son un poderoso grupo de músculos. Están sujetos a fuerzas significativas con carreras de velocidad, colinas y arranques rápidos. Hay tres tendones de los isquiotibiales que se unen y se insertan o se adhieren a la parte inferior de la pelvis en el hueso de “asiento” o la tuberosidad isquiática. Ese grupo de tendones puede desgarrarse o avulsionarse del hueso. Anteriormente, la mayoría de las roturas de isquiotibiales proximales se trataban quirúrgicamente, pero los nuevos datos sugieren que eso podría no ser necesario.

Tratamiento quirúrgico versus no quirúrgico de los desgarros de los isquiotibiales proximales.

En un estudio reciente publicado en el British Journal of Medicine, un grupo de investigación de los Países Bajos analizó a más de 50 pacientes que habían sufrido una ruptura o desgarro de los isquiotibiales proximales.

Este no fue un estudio controlado aleatorio. Usaron un proceso de toma de decisiones compartido para determinar quién se sometería a la cirugía y quién no. Básicamente, eso significa que los autores compartieron los datos actualmente disponibles con los pacientes. Compartieron los riesgos del tratamiento quirúrgico frente al no quirúrgico y los pacientes decidieron qué opción seguirían.

El grupo que eligió someterse a la cirugía tenía una puntuación PHAT más baja antes de la cirugía. La puntuación PHAT correlaciona quejas y síntomas y le otorga un valor numérico.

Los autores encontraron ninguna diferencia significativa entre los que se operaron y los que no. Ambos grupos experimentaron una mejora significativa en sus puntajes clínicos de seguimiento y sus puntajes funcionales.

Bueno, ¿debería operarme por un desgarro del tendón de la corva proximal?

Un par de cosas a tener en cuenta. Primero, este no fue un ensayo aleatorizado. Este fue un ensayo de toma de decisiones compartida. Eso hace que sea más difícil comparar manzanas con manzanas. En segundo lugar, los pacientes del grupo de cirugía tenían puntuaciones PHAT más bajas. Eso podría influir en los resultados, ya que las personas con más dolor y una mayor sensación de discapacidad son más propensas a elegir la cirugía como opción. En tercer lugar, la mediana de edad fue de 49 a 51 años. Entonces, esto podría no ser relevante para los atletas jóvenes de alto nivel; no sabemos cómo les iría con el tratamiento no quirúrgico.

Este es un artículo interesante y merece nuestra atención. No será la última palabra y no debe sentar un precedente de tratamiento para los desgarros del tendón de la corva proximal. Se necesita más estudio. Esos estudios podrían ser ensayos controlados aleatorios o ensayos de cirugía simulada. Además, sería útil una mejor comprensión de las variables específicas del paciente y cómo influye en su PHAT. P.ej. Son corredores, deportistas, sedentarios, etc.

Pero por ahora, este artículo nos informa que necesitamos discutir el tratamiento no quirúrgico de los desgarros de los isquiotibiales proximales como un no inferior opción para los que buscan nuestra opinión.