ALa artritis es una afección articular dolorosa que afecta a unos 32,9 millones de adultos estadounidenses. Aunque comúnmente ocurre en adultos, sin embargo, los niños también pueden verse afectados.
La artritis puede ocurrir en una articulación lesionada o enferma. Una articulación es donde se unen los extremos de dos o más huesos. Los extremos óseos de una articulación están cubiertos de cartílago, un material suave que amortigua el hueso y permite que la articulación se mueva suavemente sin dolor.
Aunque hay más de cien tipos diferentes de artritis, los dos tipos más comunes se llaman osteoartritis y artritis reumatoide. La osteoartritis se encuentra en las articulaciones de las personas mayores y en las articulaciones lesionadas o sobreutilizadas de las personas más jóvenes. Se encuentra comúnmente en la rodilla, las caderas y la columna vertebral. En este tipo de artritis, el cartílago que cubre la articulación comienza a desgastarse. Ocasionalmente, pueden desarrollarse crecimientos óseos, llamados “espolones”, en la articulación. La inflamación resultante en la articulación causa dolor e hinchazón. La artritis reumatoide, otra forma común de artritis, es una enfermedad de larga duración en la que se hincha el revestimiento de las articulaciones. Esta inflamación invade los tejidos circundantes y provoca que sustancias químicas ataquen y destruyan la superficie articular. Aunque la artritis reumatoide se encuentra comúnmente en las manos y los pies, también puede ocurrir en las rodillas, las caderas y los codos. La hinchazón, el dolor y la rigidez están presentes incluso cuando no se usa la articulación. Aunque la artritis reumatoide puede afectar a cualquier persona, más del setenta por ciento de las personas con esta enfermedad tienen más de treinta años.
La artritis se puede tratar fácilmente. Consulte a su médico para más ¡información!
Tratamientos para la artritis
El enfoque principal para el tratamiento de la artritis se centra en el alivio del dolor, el aumento del movimiento y el aumento de la fuerza. Muchos medicamentos de venta libre, como la aspirina, el ibuprofeno y el naproxeno, se pueden usar para controlar el dolor y la inflamación asociados con la artritis. Los medicamentos recetados también están disponibles si los medicamentos de venta libre no son efectivos.
Las personas con articulaciones artríticas pueden usar bastones, muletas y andadores para ayudar a aliviar el estrés que se ejerce sobre las articulaciones artríticas. El ejercicio y la fisioterapia también pueden ser útiles para disminuir la rigidez y fortalecer los músculos alrededor de las articulaciones. Si estos métodos de tratamiento no tienen éxito, se recomienda la cirugía. El tipo de cirugía depende de la extensión de la artritis en las articulaciones, su tipo y la condición física del paciente. Los procedimientos quirúrgicos incluyen la extirpación del revestimiento articular enfermo o dañado, la realineación de las articulaciones, el reemplazo total de la articulación y la fusión de los extremos óseos de una articulación para evitar el movimiento articular y aliviar el dolor articular.
Aunque actualmente no existe una cura para la artritis, los investigadores continúan avanzando en la búsqueda de las causas subyacentes de los principales tipos de artritis. Aún así, las personas con artritis pueden continuar realizando sus actividades normales. Varios programas de ejercicio, medicamentos antiinflamatorios y programas de reducción de peso para personas obesas son formas de reducir el dolor, la rigidez y mejorar la función. En personas con casos severos de artritis, la cirugía ortopédica a menudo puede proporcionar un alivio dramático del dolor y restaurar la función articular perdida. Un reemplazo articular total, por ejemplo, generalmente puede permitir que una persona con artritis severa en la cadera o la rodilla camine sin dolor ni rigidez. Consulte a su médico ortopédico si tiene síntomas típicos de la artritis.
Shaheer Yousaf, MD, FACS