Como una de las lesiones de rodilla más comunes, los desgarros de MCL y menisco afectan a más de 1 millón de personas en los Estados Unidos cada año. Causadas con mayor frecuencia por torceduras o caídas abruptas, como durante un evento deportivo, estas lesiones pueden variar desde un simple esguince hasta un desgarro completo y pueden ser tanto dolorosas como debilitantes. La buena noticia es que comprender estas lesiones y cómo tratarlas puede hacer que sea más fácil obtener el enfoque de restauración correcto y volver a sus niveles regulares de condición física.
¿Qué son las lesiones de MCL y menisco?
Conocido como el ligamento colateral medial, el MCL es una banda fuerte de tejido que corre a lo largo del lado interno de la rodilla, desde la espinilla hasta el muslo. Asegura el hueso del muslo en su lugar y ofrece estabilidad a la rodilla.
El menisco es una pieza de cartílago en forma de C que se encuentra entre los huesos del muslo y la espinilla. Tiene un menisco en el interior de la rodilla y otro en el exterior. Actúan como amortiguadores, protegiendo la parte inferior de la pierna del peso de la parte superior del cuerpo.
Las lesiones en ambas partes de la rodilla pueden ser causadas por los movimientos bruscos, giratorios o de caída que a menudo acompañan a los deportes (aunque puede lesionarlos de otras maneras, como resbalarse en el hielo, levantar algo demasiado pesado, recibir un golpe directo en la rodilla, o por la degeneración del ligamento y el menisco con el tiempo).
Las lesiones pueden variar en severidad. Por lo general, los desgarros de MCL y menisco se clasifican en uno de tres grados. El grado 1 ocurre cuando se rompe el 10 por ciento o menos de las fibras. El grado 2 ocurre cuando se rompe la parte externa del ligamento o menisco. Un desgarro de grado 3 es más grave y ocurre cuando el desgarro se extiende hacia la parte interior de la rodilla, lo que provoca una inestabilidad significativa y dificulta el caminar.
¿Cuáles son los síntomas de las lesiones de MCL y menisco?
Por lo general, los síntomas de este tipo de lesión ocurren casi instantáneamente y pueden interferir de inmediato con su capacidad para pararse, caminar y completar sus actividades habituales (incluidas las actividades deportivas). Estos síntomas pueden incluir cualquiera de los siguientes:
- Una sensación de estallido
- Hinchazón o rigidez de la rodilla
- Inestabilidad de la rodilla al estar de pie.
- Dificultad para enderezar la rodilla
- Rodilla bloqueada
- Dolor
- Sensibilidad
¿Cómo se tratan las lesiones de MCL y menisco?
Debido a que las lesiones de MCL y menisco pueden afectar significativamente su capacidad para hacer todo, desde practicar deportes hasta incluso soportar peso en la pierna, debe diagnosticarlas y tratarlas lo antes posible. Existen tres métodos principales para abordar este tipo de lesiones: reposo, cirugía y fisioterapia.
Descansar
El descanso solo se usa con mayor frecuencia para las lesiones de LCM de grado 1 y los desgarros leves de menisco. En este caso, se le puede pedir que participe en el método RICE (Descanso, Hielo, Compresión, Elevación). Probablemente usará un vendaje en la rodilla, usará muletas y tomará analgésicos según lo recomiende su proveedor. Por lo general, los desgarros del LCM de grado 1 y algunas lesiones más graves se resuelven en 3 semanas con este enfoque.
Terapia física
Sin embargo, con mayor frecuencia, tanto los desgarros del LCM como los desgarros del menisco se tratan con fisioterapia además de reposo y medicación. El objetivo de la fisioterapia es fortalecer los músculos de la pierna y alrededor de la rodilla en particular para crear más estabilidad y fuerza en el área lesionada. Este enfoque de tratamiento también se centrará en mantener el rango de movimiento de la rodilla para que pueda volver a sus actividades normales más rápidamente. Aquí hay un vistazo a algunos de los enfoques que su PT puede tomar para tratar su lesión en la rodilla:
- Terapia manual y masaje
- Estimulación eléctrica
- Ejercicios en sesión y en casa para fortalecer la rodilla y la pierna
- Ultrasonido
- grabación
- Ejercicios de movimiento
- Entrenamiento de equilibrio
- Tratamiento preventivo para la fuerza y la salud futuras
Cirugía
Para desgarros severos de su MCL o menisco, es posible que deba someterse a una cirugía. La cirugía de MCL ocurre con mayor frecuencia cuando sufre un daño adicional en la rodilla además del desgarro de MCL. Si elige o no este enfoque dependerá de una serie de factores, incluidos los siguientes:
- Posición y gravedad del desgarro.
- Edad
- Nivel de actividad
- Otras lesiones
- Síntomas
La cirugía de menisco generalmente consiste en una artroscopia de rodilla. Durante esta cirugía, se insertan una pequeña cámara y una luz en la rodilla para observar la lesión. Según sus hallazgos, el cirujano insertará otras herramientas quirúrgicas para coser el menisco desgarrado o recortarlo. A menudo regresará a sus actividades diarias dentro de 6 a 8 semanas, y debe esperar someterse a fisioterapia mientras se recupera.
La cirugía de MCL es similar a la cirugía de menisco en que utiliza el enfoque artroscópico. Sin embargo, sus opciones de tratamiento consisten en volver a unir el ligamento o reconstruirlo usando injertos de su tendón rotuliano o isquiotibial o de un tendón donante.
Una vez que se complete la cirugía, la recuperación tomará alrededor de 6 semanas e incluirá fisioterapia. La terapia para las reparaciones de menisco y MCL es similar a la PT que se ofrece sin cirugía: se utilizarán técnicas y ejercicios diseñados para restaurar la estabilidad, la fuerza y el rango de movimiento.
Ya sea que se lesione el MCL o el menisco, es probable que se requiera fisioterapia para ayudarlo a sanar. Como líderes en atención quiropráctica deportiva, Dynamic Sports Medicine existe para brindar el más alto nivel de atención para su MCL, menisco y otras lesiones deportivas. ¡Contáctenos hoy para saber cómo podemos ayudarlo!